
Los científicos aseguran que la química cerebral del enamoramiento es semejante a una enfermedad mental, lo cual da un nuevo sentido a la expresión «estar locamente enamorado». Dopamina, serotonina, oxitocina..., por primera vez las investigaciones permiten vislumbrar en qué lugar del cerebro reside eso que llamamos «amor», y los detalles de sus componentes químicos.